La comunicación es el fundamento del trabajo en equipo. En esta nota
incluimos algunos consejos de reconocidos expertos en lo referente al
trabajo en equipo. “La Quinta Disciplina”.
La capacidad para administrar equipos de trabajo se
reconoce en aquellas personas que comprenden y manejan de manera
adecuada el arte de llevarse bien con todas las personas. Es decir,
quienes son capaces de trabajar en equipo
entienden la riqueza de entablar relaciones humanas adecuadas en los
diferentes campos de la vida. Por ello, en este artículo intentaré
explicar el cómo, por qué y para qué del aprendizaje de la comunicación
asertiva, habilidad que implica saber dialogar y discutir.
Para poder comunicarse efectivamente
es necesario aprender a escuchar a los demás desde la realidad de
ellos y no desde la nuestra. Para ello requerimos desarrollar el
pensamiento crítico que se convertirá en la herramienta para poder
comprender el mensaje que desean trasmitir los demás teniendo en cuenta
quienes son ellos y así poder analizar y evaluar lo dicho con una
perspectiva más amplia.
Dialogar es la acción de conversar con
otros con el fin de intercambiar ideas que produzcan beneficio de
diversa índole. El diálogo implica discusión, porque a través de la
exposición de ideas se argumenta de manera sólida el porqué de las
mismas. Se debate con el propósito de entender la postura de los otros y
la de uno mismo a través de escuchar con el fin de ampliar la visión
mediante la escucha de los mensajes de los otros, quienes son una
fuente de riqueza cuando se aprende a escuchar y debatir con el fin de
llegar acuerdos que beneficien a todos.
La realidad vertiginosa y exigente de la época actual, ha llevado a
las organizaciones a modificar estructuras y crear nuevas metodologías
que permitan adaptar la labor del capital humano a nuevos escenarios, a
fin de aumentar la productividad y asegurar la calidad de los servicios.
Y en esta tarea, la principal preocupación de las empresas ha sido, sin
duda, potenciar el trabajo el equipo.
El trabajo en equipo apunta a un grupo de personas bien organizadas,
con responsabilidades propias y tareas definidas, y que son encabezadas
por un líder, quien guía y orienta los esfuerzos de los integrantes.
Cuando un grupo de personas trabaja en pro de un objetivo previamente
planificado, no sólo realiza la labor en conjunto con otros individuos,
sino que también se compromete con los objetivos de la compañía.
Además de resaltar las competencias personales, las habilidades y los
conocimientos individuales, el trabajo en equipo -explican los
expertos- genera un buen clima laboral, un mayor compromiso con la tarea y aumenta los niveles de productividad,
gracias a la sinergia aportada por sus miembros, lo que se refleja en
una alta expectativa para alcanzar las metas y objetivos
organizacionales.
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